El Museo del Sonido fue gestionado por la Corporación Patrimonio Cultural de Chile en conjunto con la empresa GTD.
Es un espacio privado que pertenece a la Fundación Mariana Prendez de Casanueva.

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Casona Familia Préndez

ubicada en el sector poniente de Santiago, data del año 1922 y fue la casa de la Familia Préndez.

Si bien no se tienen datos de quien fue su arquitecto, se considera de estilo ecléctico. Destaca su torreón ochavado que articula la esquina de calle Huérfanos con el conjunto patrimonial pasaje Lucrecia Valdés, conjunto de casas de variadas expresiones arquitectónicas, las que fueron construidas para familias de la nueva clase media alta de Chile de principios del siglo XX, donde habitaron intelectuales y artistas de la época.

Por su valor histórico y patrimonial, el pasaje fue declarado Monumento Nacional en categoría de Zona Típica, en el año 2000. Y la casa es Inmueble de Conservación Histórica.

La casona Préndez

Es un inmueble de dos niveles, con muros de albañilería de ladrillo y tabiques de maderas.

De alta presencia urbana, con una calidad estética y arquitectónica que es testimonio de la historia del Barrio Yungay,  de un periodo de bonanza económica que configuró su fisonomía y relaciones sociales.

Recientemente, fue utilizada como sede de la Universidad Bolivariana, periodo en que tuvo varias modificaciones interiores y severos deterioros por aguas lluvias.

Buscando rescatar esta arquitectura, la Fundación Mariana Préndez compra la propiedad para restaurarla y ponerla en valor. Para ello, solicita a la Corporación Patrimonio Cultural de Chile, convertirla en un Museo del Sonido, que permitiera exponer una colección de gramófonos y generar un espacio para el encuentro.

El proyecto de arquitectura  y su obra estuvo a cargo de la arquitecta Carolina Vergara.

Se propuso habilitar los espacios para este nuevo uso, respetando la arquitectura original.  Para ello, se intervino lo justo y necesario, se reforzó estructuralmente y se restauraron sus ornamentos.

La casona vuelve a resplandecer en el barrio y colabora activamente en su desarrollo cultural.

Queremos que los visitantes al museo vivan la experiencia espacial y material de lo que fue la casa. Pudiendo apreciar sus vitrales, su parquet, las decoraciones de maderas en la sala de la chimenea, sus puertas originales, el vacío del patio interior, entre otros detalles.